El ataque por fuerza bruta es una de las técnicas de hacking más antiguas, más utilizadas y más eficaces. Este método de descifrar contraseñas consiste principalmente en intentarlo hasta que finalmente se alcanza el objetivo. Con la evolución de la tecnología, los ataques de fuerza bruta se han vuelto mucho más fáciles de llevar a cabo. Aunque este método requiere tiempo y recursos materiales, es muy probable que la intrusión tenga éxito. Entonces, ¿qué es exactamente un ataque de fuerza bruta, por qué es peligroso y cómo puede protegerse contra él?
¿Qué es un ataque de fuerza bruta?
Un ataque de fuerza bruta es un intento de descubrir la información personal de los usuarios. Esto incluye, entre otros, nombres de usuario, contraseñas, frases de contraseña o PIN.
Es un tipo de ataque criptográfico que implica un script o bot utilizado para forzar algoritmos (descifradores de contraseñas) para adivinar la combinación correcta. Los ciberdelincuentes utilizan un potente ordenador para generar infinitas variaciones de pares nombre de usuario/contraseña.
Como se basa en programas o bots para resolver automáticamente los algoritmos y descifrar las contraseñas, un ataque de fuerza bruta es relativamente sencillo. Con tiempo y recursos informáticos suficientes, es posible penetrar en cualquier sistema basado en contraseñas. Sin embargo, estos ataques son extremadamente lentos y poco eficaces. Un programa o robot de fuerza bruta necesita examinar todas las combinaciones posibles de caracteres antes de poder adivinar las credenciales correctas.
¿Cómo funciona un ataque de fuerza bruta?
Una contraseña de 8 caracteres, compuesta por letras, números y símbolos especiales, da lugar a 406 billones de combinaciones diferentes. Con cada carácter adicional, las combinaciones no hacen más que aumentar. Por lo tanto, cuanto más larga sea la cadena objetivo (una combinación de caracteres), más difícil y lento será descifrarla.
Sin embargo, recuerde que el número de caracteres no define el éxito de un ataque de fuerza bruta. También depende de la potencia de cálculo. Los piratas informáticos pueden utilizar ordenadores capaces de realizar cien billones de intentos por segundo. Por lo tanto, pueden obtener la contraseña correcta rápidamente.
El tiempo que se tarda en descifrar una contraseña es un factor esencial. Por ejemplo, un atacante de fuerza bruta puede descifrar una contraseña básica de 7 letras minúsculas en unos pocos milisegundos. Sin embargo, una contraseña de 9 caracteres tarda 5 días. Las de 10 caracteres pueden tardar 4 meses, mientras que descifrar contraseñas de 11 caracteres puede llevar 10 años. Si pasamos a una contraseña de 12 caracteres, los hackers necesitarán dos siglos.
Diferentes tipos de ataques de fuerza bruta
La esencia de un ataque de fuerza bruta es adivinar tantas combinaciones como sea posible. Sin embargo, existen algunas variaciones:
Ataque de diccionario
Es el ataque más básico. El atacante toma un diccionario de contraseñas (una lista de contraseñas populares) y las comprueba todas. Así, si tu contraseña es «qwerty123» o «123456», un robot de fuerza bruta la descifrará en pocos segundos.
Ataque de fuerza bruta inversa
Como su nombre indica, este ataque utiliza un método inverso para adivinar las credenciales. En lugar de dirigirse a un conjunto de contraseñas, un ataque inverso compara varios nombres de usuario con una única contraseña popular. En este caso, los atacantes intentan forzar un nombre de usuario con esa contraseña específica hasta que encuentran la coincidencia correcta.
Relleno de credenciales
El relleno de credenciales es un ciberataque en el que las direcciones obtenidas mediante el robo de datos de un servicio se utilizan para intentar conectarse a otro servicio no relacionado. Esto se conoce como reciclaje de datos.
¿Cómo protegerse contra un ataque de fuerza bruta?
Protegerse de los ciberdelincuentes puede parecer una tarea de enormes proporciones. En realidad, hay formas sencillas y eficaces de defenderse.
Utilice contraseñas seguras.
Un ataque de fuerza bruta se basa en contraseñas débiles. Tu contraseña debe ser única, larga y difícil de adivinar. Mezcle mayúsculas y minúsculas, añada números y símbolos especiales siempre que sea posible. Un gestor de contraseñas como NordLocker o ProtonPass también puede ayudarte.
Configura la autenticación de dos factores (2FA).
Si está activada, la autenticación de doble factor añade una segunda capa de autenticación. Cuando intentes acceder a tu cuenta, deberás introducir un código específico que sólo tú podrás obtener. Cada intento de inicio de sesión requerirá una verificación adicional y evitará el éxito de un ataque de fuerza bruta.
Comprueba que estás a salvo.
Puedes visitar HaveIBeenPwned.com. Con el aumento de nuevas violaciones de datos, merece la pena comprobar que tus cuentas son seguras. En caso de filtración, la información de identificación podría acabar en bases de datos públicas o en la dark web.
No reutilices contraseñas en varias plataformas.
Por muy cómodo que resulte, estás permitiendo que los delincuentes pirateen varias cuentas con un único par de credenciales.
El éxito de un ataque de fuerza bruta se debe principalmente a la debilidad de las contraseñas. Sin embargo, una VPN puede aumentar su seguridad en línea y su privacidad en general. Al cifrar su tráfico, una VPN oculta todo lo que hace en línea. Te protege de muchos otros peligros que acechan en Internet, como la piratería informática, el robo de datos o de identidad, el espionaje, etc.