La neutralidad de la red es un pilar esencial de la libertad en Internet. Es un tema que debaten periódicamente los gobiernos de todo el mundo, pero que a menudo se descuida en el discurso público. En 2017, la cuestión alcanzó su punto álgido en los medios de comunicación cuando la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) votó a favor de poner fin a la neutralidad de la red, decisión que entró en vigor en 2018. Este hecho, preocupante para muchos, puso de manifiesto los fallos en la protección de este principio, que ya se había visto seriamente socavado desde 2014. Como consecuencia, un número creciente de estadounidenses ha recurrido a soluciones alternativas, como las VPN sin registro. Este artículo explora los problemas, las implicaciones y el futuro incierto de la neutralidad de la red en todo el mundo.

Neutralidad de la red: más que una ideología, es un fundamento

La neutralidad de la red es el principio según el cual los flujos de datos de Internet no deben ser discriminados. Los proveedores de servicios de Internet tienen el deber de tratar por igual todo el tráfico de los usuarios de Internet. También se conoce como neutralidad de la red o Internet abierta.

Es la neutralidad de la red la que garantiza a los usuarios el libre acceso a los sitios web de su elección sin que los proveedores de servicios de internet les cobren más. Gracias a la neutralidad de la red, los ISP no pueden bloquear, ralentizar o cobrar intencionadamente por contenidos específicos en línea. Sin este principio, los ISP podrían dar prioridad a determinados tipos de servicios en línea, ralentizar o incluso bloquear el tráfico a otros.

Una pequeña aclaración

La neutralidad de la red no es una garantía de que todo vale. De hecho, este principio no impide a los ISP tomar medidas cuando determinados sitios web plantean un problema. La exclusión o prohibición de sitios web conocidos por ser peligrosos para la seguridad de las personas o por transmitir contenidos inapropiados o ilegales no entra en el ámbito de aplicación de la neutralidad de la red.
Tenga en cuenta que los proveedores de servicios de Internet no tienen poder para influir en los resultados de las búsquedas.

¿Qué tiene de malo la neutralidad de la red?

Hay muchos defensores de la neutralidad de la red, entre ellos expertos en informática, activistas, asociaciones de consumidores y organizaciones de derechos humanos. Todos afirman que la neutralidad de la red contribuye a garantizar el libre intercambio de información y a promover y estimular la innovación en nuevos servicios en línea. Si este principio es tan positivo y aporta tanto valor añadido a Internet, ¿por qué cuestionarlo?

Los detractores creen que los requisitos de este principio aumentan considerablemente los costes de mantenimiento de una red de telecomunicaciones de alto rendimiento capaz de gestionar flujos de datos cada vez mayores.

Algunos operadores de varios países se han quejado de que el tráfico de YouTube y otros sitios propiedad de Google representa una proporción demasiado grande de su tráfico total. Para reducir los gastos generales y garantizar el mantenimiento y el desarrollo, Google paga a veces compensaciones a los operadores cuyas redes están sobrecargadas. Este tipo de acuerdo queda a discreción de los operadores y de los grandes proveedores de contenidos de Internet.

En realidad, la neutralidad de la red empezó a cuestionarse duramente en todo el mundo con la llegada y el enorme éxito de las plataformas de streaming y el temor a ver la llegada de tarifas de suscripción a Internet compartimentadas para cada tipo de uso -redes sociales, vídeos, juegos, etc.-.

¿Qué medidas se han sugerido para paliar los problemas de la neutralidad de la red?

La cuestión de los costes de mantenimiento de la red en el contexto de la neutralidad de la red es compleja y no existe una solución universal. En su lugar, hablaremos de las vías que hay que explorar. Proceden principalmente de diversos informes de investigación, debates académicos y debates públicos sobre la cuestión de la neutralidad de la red.

Modernizar la infraestructura de red

Invertir en tecnologías más nuevas y eficientes puede ayudar a gestionar el aumento del tráfico de red sin poner en peligro la neutralidad de la red. Esto podría incluir el despliegue de redes de fibra óptica de alta velocidad o la adopción de tecnologías como la 5G.
Esto ya está ocurriendo en todo el mundo. Aparte de que no ha cambiado nada, ya que el número de usuarios de Internet conectados permanentemente se ha disparado en todo el mundo, el 5G, a pesar de sus importantes ventajas en términos de velocidad y capacidad de red, presenta problemas de seguridad, como normas de seguridad no uniformes y problemas de confidencialidad de los datos.

Gestión del tráfico de red

Algunas formas de gestión del tráfico pueden ser compatibles con la neutralidad de la red, siempre que no favorezcan indebidamente a determinados tipos de tráfico o a determinados proveedores de contenidos. Por ejemplo, se ha sugerido que en periodos de alta demanda puede ser aceptable reducir la velocidad de ciertas actividades de baja prioridad, como las descargas en segundo plano, para garantizar un acceso equitativo a todos los usuarios. Sin embargo, esta línea de pensamiento se descartó rápidamente, ya que había una delgada línea entre esto y un posible fin de la neutralidad de la red.

Financiación pública o asociaciones público-privadas

En algunos casos, los gobiernos pueden optar por financiar directamente la infraestructura de red o asociarse con empresas privadas para compartir los costes.

Tarifas basadas en el uso

Otro planteamiento podría consistir en cobrar a los usuarios en función de la cantidad de datos que consuman. Esto podría incentivar a la gente a utilizar los recursos de la red de manera más eficiente, aunque este enfoque podría plantear cuestiones de equidad y accesibilidad. Sería como retroceder 30 años, cuando Internet se cobraba por minutos.

En conclusión

La neutralidad de la red es un elemento esencial para la innovación dinámica de Internet tal y como siempre la hemos conocido. Sin embargo, la neutralidad no debe confundirse con las diferentes opciones de suscripción a Internet que ofrecen los operadores. En función de las necesidades de los usuarios, existen diferentes ofertas: velocidades, paquetes móviles integrados, etc. …. Algunos dirán que se trata de una forma indirecta de financiar las infraestructuras necesarias para satisfacer a los consumidores de gran ancho de banda y, por tanto, de eludir el principio de neutralidad de la red.

En realidad, mientras se garantice el acceso a toda la red de forma equitativa y sin ningún tipo de discriminación, ya sea en términos de protocolo, de IP, de velocidad de carga de determinados sitios web o de promoción de redes privadas, se respeta el principio fundamental de neutralidad de la red.

Tomás Gutiérrez
Tomás Gutiérrez

Experto en tecnología y defensor de la protección de datos, combinando pasión por la innovación y compromiso con la seguridad digital