Las claves de acceso son una nueva forma de proteger sus cuentas en línea utilizando claves criptográficas en lugar de contraseñas. Ofrecen un alto nivel de seguridad y representan un verdadero cambio en la forma de acceder y proteger los sitios web.

¿Qué son las claves de acceso?

Una contraseña es una forma de identificación que puede utilizarse para acceder a una cuenta. Las passkeys sustituyen a las contraseñas y a la autenticación de dos factores, utilizando tu dispositivo para identificarte. Como no hay ninguna contraseña que robar, las passkeys te protegen contra el phishing. También son menos susceptibles a los ataques de fuerza bruta, ya que funcionan mediante la creación de claves criptográficas.

Dashlane fue la primera empresa en admitir el almacenamiento de claves de acceso en extensiones de navegador, con un lanzamiento público en agosto de 2022, seguida de NordPass en febrero de 2023. Ahora es Proton Pass, el gestor de contraseñas de código abierto, el que las admite en todas sus aplicaciones.

Clave de acceso VS contraseña

Clave de acceso

La clave de acceso se utiliza a menudo en el contexto de las API (interfaces de programación de aplicaciones) o los servicios en línea. Permite a una aplicación acceder a otra aplicación, software o servicio en línea.

La clave de acceso puede ser una cadena generada aleatoriamente que se utiliza para autenticar y autorizar el acceso a datos o funciones específicos sin necesidad de un nombre de usuario y una contraseña tradicionales.

Contraseña

Una contraseña es una secuencia de caracteres utilizada para verificar la identidad de un usuario. Es una forma muy común de prueba de identidad, utilizada en muchos contextos, desde el acceso al ordenador personal o al teléfono móvil hasta la autenticación en diversos sitios web y servicios en línea. La contraseña suele ser elegida por el usuario o generada y debe permanecer secreta para garantizar un acceso seguro.

Principales diferencias

Uso: las claves de acceso suelen utilizarse para la autenticación automática entre programas o aplicaciones, mientras que las contraseñas se utilizan principalmente para la autenticación humana.
Composición: las claves de acceso suelen ser más largas y pueden contener una combinación de letras, números y símbolos generados aleatoriamente, mientras que las contraseñas pueden ser más cortas y suelen ser creadas por los usuarios.
Gestión: las claves de acceso pueden regenerarse o revocarse sin afectar directamente al usuario, mientras que cambiar una contraseña puede requerir una acción directa por parte del usuario (por ejemplo, memorizar una nueva contraseña).

En resumen, aunque las claves de acceso y las contraseñas sirven para proteger el acceso a los recursos digitales, lo hacen de formas distintas y en contextos diferentes.

En conclusión

En uso, cambia muy poco. El único inconveniente real del uso de claves de acceso es que pocos sitios las utilizan en el momento de redactar este documento. Su adopción es lenta y su implantación puede resultar problemática.

El soporte de las claves de acceso puede ser muy técnico y, como las contraseñas y las frases de contraseña son muy seguras, no siempre es necesario preocuparse por ellas. Es más, hay ocasiones en las que utilizar una frase de acceso puede ser más útil, ya que es más fácil de recordar.

Además, muchos dispositivos no admiten contraseñas. Por ejemplo, los usuarios de Android sólo pueden utilizarlas si ejecutan Android 14, y sólo si han activado ciertas opciones específicas.

Tomás Gutiérrez
Tomás Gutiérrez

Experto en tecnología y defensor de la protección de datos, combinando pasión por la innovación y compromiso con la seguridad digital